viernes, 15 de mayo de 2015

Fiestas De Verano.

Carnaval de Negro y Blancos
Carroza del Sr Daniel Guerra, Consacá Nariño
Carnaval de Negro y Blancos
El carnaval moderno propiamente hablando, nace en el amanecer de un Día de Reyes (seis de enero) de 1912, fundado en la necesidad de expresar la imaginación, el juego, la amistad y de compartir la alegría que por esas fechas reanima la vida. En una fina y exclusiva casa de citas de la ciudad, la casa de las señoritas Robby ubicada en la Calle Real (actual Carrera 25), el atrevimiento de don Ángel María López Zarama, afamado sastre de la ciudad, lo lleva a tomar la polvera francesa de una de las damas más solicitadas y procede a esparcir los polvos con perfume de mujer, entre todos los presentes con el grito de ¡Vivan los Blanquitos!. No tardaron los compañeros del maestro cortador, en ser víctimas primero y luego partícipes del juego. Luego, todos habrían de salir a la calle a repetir la broma con los desprevenidos parroquianos que salían de la Misa de Reyes de la iglesia de San Juan Bautista, repitiendo ¡Que vivan los Negros y que vivan los Blancos!,[3] expresión que bajo la custodia del Galeras, se insertará por siempre y con vigor en la esencia de los pastusos y los demas municipio del Departamento de Nariño entre ellos CONSACA.


 
 Fiesta de nuestra señora la Virgen del Tránsito Patrona de Consacá.
 
La fiesta es muy solemne y acompañada de programas culturales, religiosos y recreativos. Las tradicionales Noches de Consacá son un hermoso derroche de juegos pirotécnicos encabezado por maestros de alta trayectoria en el arte de la pólvora. Todo esto durante los días 12, 13, 14 y 15 de Agosto.

Nuestra Señora del Tránsito Excelsa patrona del municipio de Consacá, honor y belleza de nuestro pueblo es la madre cariñosa y amable que adorna el altar principal del templo.

A ellos se han dirigido sus hijos a veces con los ojos empañados de lágrimas y otros desbordados de júbilo para decirle todas las frases bellas que los poetas no han podido cantar pero que un corazón lleno de fe y enardecido de amor puede expresar.

El origen y procedencia de la estatua de Nuestra Señora del Tránsito no se han podido precisar, al parecer fue traída por los españoles y dejada en Consacá en el año 1.717. Pero lo que sí es verdad es que la imagen tiene procedencia española y que su devoción es muy antigua.

Su fiesta es motivo de unidad y los consaqueños residentes en otras ciudades principalmente la colonia de pasto, llegan a visitar la imagen Consaqueña, a decirle sus palabras llenas de amor y brindarle sus ofrendas.

Bellísima Imagen de Nuestra Señora del Tránsito, Reina y patrona de Consacá. Símbolo de la fe de un pueblo y de la unidad de todos sus hijos que se dan cita y llegan de todos los rincones de la patria a ofrecerle sus plegarias, alegrías y esperanzas.
 
 
Piedra de Bolívar - Batalla de Bombona
Piedra de Bolívar - Batalla de Bombona 
La Batalla de Bomboná fue un combate realizado el 7 de abril de 1822 entre tropas colombianas y españolas durante la marcha del ejército de Simón Bolívar hacia Quito.

Consacá abre sus puertash

a la libertad americana
como el cóndor abre las alas
al sol de las mañanas
(Diego Luna)


El siete de abril de 1822, la hacienda de Emiliano Díaz del Castillo se convierte en el sitio escogido por el general Simón Bolívar para demostrar su soberbia enfrentando a los realistas, ante la garganta infranqueable de la resistencia pastusa. En enero habían preparado en Popayán los refuerzos de la columna. El trece de febrero iniciaron la marcha, atravesaron el Río Mayo en dirección a la Venta, el tres de abril llegaron al Tambo, el cuatro siguieron la ruta del Chaguarbamba. Tomaron por Mombuco a Sandoná el cinco. El seis, arribaron a Consacá con dos mil efectivos. En la Vereda Veracruz, después de tomar café de Paltapamba, discutieron las tácticas para la batalla y levantaron el hospital de sangre, justamente en la propiedad de la familia Garzón. Terminada la reunión, bebieron guarapo de Rumipamba. El Coronel Basilio García, jefe realista, por su parte avanzó hasta la Hacienda Bomboná, tomó la orilla izquierda de la Quebrada Cariaco; por la parte elevada.

No pensó Bolívar que los realistas hubieran ocupado la loma con desventaja numérica pero con mejor ubicación. Equivocó el libertador su estrategia de combate. El General Manuel Valdés a la cabeza del Batallón Rifles, trepó la Loma de Piquiurco, para atravesar la Leonera hasta Jusepe y caerles a las tres compañías del Batallón Aragón. El General Pedro León Torres dirigió los batallones Bogotá, Vargas y Guías. Antes de las doce, Bolívar se situó sobre una gran piedra y ordenó a Torres ocupar posiciones antes del almuerzo. Torres entendió mal y ordenó distribuir el rancho.

El combate se inició a plena luz del día -a la una de la tarde- en medio de la confusión, órdenes contrarias, gritos, desafueros. A Bolívar no le siguen, le desobedecen y entra en neura. Su amigo el General Pedro León Torres, en medio del combate le pide cambiar de táctica: retírese general que estamos en desventaja, muchos de los nuestros están muriendo. Bolívar prosiguió la orden de atacar y defenderse, asignando el mando al Coronel Barreto. Torres, en medio de la desazón rompe la espada, arranca con furia sus charreteras y las entrega al Libertador y se marcha a combatir como soldado raso. Bolívar se confunde, se conmueve, lo abraza, le devuelve el mando; pero grita, se desespera, ordena atar a los soldados renuentes y empujarlos desde el Puente El Limonar a las aguas del Guáitara.

Con enorme bravura se lanzó el ejército patriota sobre los caminos del latifundio. Cuando la mayor concentración de soldados estaba en el plano, fueron alcanzados por cañones y fusiles enemigos causando un destrozo sin par y decenas de cadáveres.

Se acercan las cuatro de la tarde, la furia continúa en el campo de batalla. Todavía no ha ocurrido lo peor. El General Pedro León Torres es herido, sacado con urgencia del plan de Bomboná. Al General Torres lo sucedieron otros oficiales que iban quedando fuera de combate.

Basilio García ganó fácilmente la batalla -derrotando a los patriotas- pero está triste por haber enlutado a dos legiones. Abandona el campo sin vencer, lo que no hizo Bolívar quien venció a pesar de cuatrocientos heridos y doscientas víctimas, entre los cuales cayeron voluntarios de Cajapamba, Churipamba y la Guaca.

Arriba de la Piedra de Bomboná -observando el colosal sacrificio- sollozó Bolívar sobre la montonera de muertos.


El General García estableció una posición defensiva en las alturas de Cariaco. Bolívar luego de hacer un reconocimiento decidió atacar por la derecha con el Batallón Rifles mientras el General Pedro León Torres atacaba frontalmente las defensas enemigas con dos batallones de infantería y dos escuadrones de caballería. El combate comenzó a las 3:30 pm, las tropas del General Torres fueron rechazadas con grandes pérdidas pero el General Manuel Valdés al mando del Rifles cubierto por la neblina flanqueo a los españoles por la derecha. Rodeados los realistas, se retiraron en horas de la noche. La batalla se saldó con grandes bajas en ambos bandos.

Las grandes bajas sufridas en el enfrentamiento paralizaron por unos días a Bolívar mientras esperaba refuerzos. La batalla fue igualmente desastroza para los españoles, a pesar de que detuvieron a los colombianos un breve tiempo para ello tuvieron que desviar tropas de Quito donde Sucre se hallaba a la ofensiva. Los realistas de Pasto capitularían poco después 

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